SEAT 1430

SEAT 1430

Concebido como una versión de mayor lujo que el Seat 124, aparece en el mercado español el 1430 en 1969, el mismo día que se celebró el certamen de Eurovisión en Madrid. Este vehículo mejoraba respecto a la base del 124 en un motor de mayor cilindrada, 1.438 centímetros cúbicos, que desarrollaban 70 caballos, 10 más que los motores de 1.200.

El carácter lujoso se enfatizó desde el momento de su presentación, donde Laura Valenzuela daba la nota de prestigio al coche, mientras que el piloto Jorge de Bragation mostraba de lo que el vehículo era capaz de hacer en el circuito del Jarama y en carreteras de montaña.

Si el 124 fue el primer coche asequible en condiciones en España, el 1430 fue la primera berlina deportiva del país, al menos de configuración de motor delantero y propulsión trasera, pues el Renault 8 TS de configuración “todo atrás” se adelantó por apenas un año. Pronto demostró su capacidad en todo tipo de competiciones de motor, tanto en asfalto como en tierra o nieve, cabe destacar el fórmula 1430 desarrollado con el motor de este coche para circuitos.

Este vehículo tuvo dos carrocerías, las más habituales eran las berlinas, los modelos familiares de cinco puertas eran menos habituales, fueron más frecuentes como patrullas de policía. Entre 1969 y 1975 se produjeron 255.414 unidades de este vehículo, todo un éxito para un coche derivado de una popular berlina.

Si bien el 1430 era el coche favorito de la policía gracias a sus prestaciones, también se convirtió en el predilecto de los cacos, y se ha convertido en un vehículo icónico en el imaginario del cine kinki de finales de los 70 y años 80, donde los “catorce-treinta” protagonizaban escenas de acción de películas como “Deprisa Deprisa” o “Yo el Vaquilla”. Pero como ocurre en muchas ocasiones la realidad supera a la ficción, y en las calles era habitual que estos coches fuesen robados por criminales para cometer sus fechorías.

El 1430 fue un coche reconocido y respetado por su potencia, tanto fue así que más allá del modelo de serie de 70 caballos, hubo una versión potenciada que aumentaba la potencia en cinco caballos más. Pero los más deseados por pilotos, policías, criminales y aficionados eran las versiones que desterraban el motor que daban nombre al vehículo para incorporar motores biárbol de 1600 centímetros cúbicos que desarrollaba 95 caballos y otra de 1800 centímetros cúbicos y 118 caballos, unas cifras que eran una auténtica locura para los años 70, motivo por el cual se ganaron la denominación de Seat 1430 “Especial”.

Aunque sin duda alguna el santo grial de los 1430 es el 1800 de DDAUTO (Desarrollo del Automóvil), una empresa que podría compararse a lo que AMG es para Mercedes, pues DDAUTO lo era para SEAT, y usaron este vehículo como una plataforma para exprimir al máximo su potencial. Algunas mejoras incorporadas fueron frenos de disco delantero o la necesaria dirección de tornillo sin fin, en cuanto al apartado estético el DDAUTO conseguía atraer todo tipo de miradas con un spoiler delantero, alerón trasero y llantas negras de aleación, además de una decoración muy setentera propia de un coche de carreras de la época.

Finalmente, en 1975 cesó la producción del 1430 con un vehículo, el 131, como encargado de recoger el testigo de berlina de gama media alta de la SEAT, además de heredar los motores 1430 y 1600 en sus primeras series, a los que después se añadiría el motor 1800 y 2000, pero, aunque fue un discípulo digno, nunca tuvo el estatus de estrella del que gozó el 1430.

Javier “Javillac” Ramiro Requena

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