SEAT 131
Juego de reparación, cilindro de freno de rueda trasera Seat 131 , 132 ,124 , Trans
Juego de reparación, cilindro de freno de rueda trasera Seat 131 , 132 ,124 , Trans
Juego de reparación, cilindro de freno de rueda trasera Seat 131 , 132 ,124 , Trans
Tulipa trasera derecha intermitencia, posicion y marcha atrás Seat 131 Supermirafiori GEMO
Manecilla trasera Izquierda cromada, Seat 131 primera serie
Tulipa delantera derecha intermitente posicion blanca Seat 131 E y 131 L GEMO
Tulipa delantera izquierda intermitente posicion blanca Seat 131 E y 131 L GEMO
Manecilla delantera derecha negra Seat 131 Mirafiori y Supermirafiori
Cuando el SEAT 131 se presentó en 1975 tenía una difícil tarea, sustituir a una berlina de gama media de prestaciones impecables que había enamorado al mercado español, el SEAT 1430. Ese mismo año el modelo en el que se inspiraba el 1430, el SEAT 124, recibía una segunda serie, los FL, que daba al coche un aspecto mucho más acorde a la década de los 70, pero seguía aún siendo la berlina más popular de la marca, con el 131 un peldaño por encima, pero por debajo de los 132.
El 1430 había cautivado a la clase media española con su comportamiento rutero y económico precio, que lo convertía en uno de los coches de mayor reprís que se podía comprar por ese precio. Con la llegada de los motores 1600 y 1800 biárbol de origen FIAT a la gama 1430 este modelo se convirtió en la berlina deportiva por excelencia en España de los años 70.
Para marcar su parentesco con el añorado 1430 las primeras versiones del modelo se presentaban en los acabados L y E, que recibían los motores 1430 y 1600 respectivamente, mecánicas que ya se habían visto en la gama de su antecesor. Curiosamente estos motores nunca se vieron en las versiones de su homólogo italiano, el FIAT 131.
A pesar de posicionarse un escalón por debajo del buque insignia de la marca en el momento, el SEAT 132, el 131 fue incorporando con los años una serie de motores presentes en la gama de su hermano mayor, como los 1800 biárbol, que, de nuevo, ya habían montado los 1430, y que en la primera serie se posicionó como el tope de gama de la marca con el acabado 131 1800 CLX. Con la segunda generación el motor de mayor potencia que se podía equipar en el 131 también lo montaban los 132, el 2000, que dio paso a los 131 2000 CLX.
En esta segunda generación, donde destacaban los retoques estéticos para incluir elementos de plástico en la carrocería, aparecieron los acabados Mirafiori y Supermirafiori, que recalcaban el ADN italiano de este coche. También aparecieron las mecánicas diésel en la gama, una adición que fue bien recibida por el sector del taxi, el motor “Sofim” de 2500 centímetros cúbicos de gasoil es especialmente recordado por el abultamiento en el capó que dejaba en los 131 para poder alojar esta mecánica.
La tercera y última serie del 131 llegó con renovados exteriores e interiores con aún más plástico en 1981, año en el que se produjo la ruptura con FIAT. A pesar de esto se siguieron usando las nomenclaturas comerciales de Mirafiori y Supermirafiori, algo que resultaba especialmente curioso cuando se veía uno de estos coches en sus últimas unidades con una pegatina en la que ponía: “Red SEAT, la garantía más fuerte”, acompañado de los logotipos de Audi y Volkswagen.
En total se vendieron 412.948 unidades del 131 entre 1975 y 1984, siendo un digno sucesor en cuanto a prestaciones y equipamiento del 1430, algo que su sucesor, el SEAT Málaga, marcado por la pragmática técnica alemana de hacer las cosas, no pudo decir.
Javier “Javillac” Ramiro Requena
*/